Las reglas de combinación de colores

​Las reglas de combinación de colores están diseñadas para ayudarte a elegir una paleta armoniosa y eficaz para tus proyectos de diseño gráfico. Estas reglas varían según el tipo de combinación que se utilice. Por ejemplo, la regla 60-30-10 se basa en proporciones específicas entre tres colores: el 60 % corresponde al color principal, el 30 % al secundario y el 10 % a un color de acento.

Por otro lado, las combinaciones complementarias siguen reglas diferentes: estas se basan en colores opuestos en el círculo cromático.

Cada esquema de color tiene sus propias normas. Para comprender mejor cómo funcionan estas combinaciones, primero hay que conocer la base de todo: el círculo cromático.

Ilustración de la teoría del color.

¿Qué es el círculo cromático?

El círculo cromático es una rueda visual que representa 12 colores organizados en torno a tres categorías: primarios, secundarios y terciarios. Es una herramienta esencial para crear armonías de color en diseño gráfico.

Las combinaciones entre estos colores primarios generan los secundarios; a su vez, al mezclar primarios con secundarios se obtienen los terciarios.

El objetivo principal del círculo cromático es facilitar la elección de esquemas de color armoniosos, tanto tradicionales como personalizados. Si tienes dudas, siempre puedes recurrir a The Designer’s Dictionary of Color de Sean Adams para ayudarte a elegir los colores adecuados.

Un círculo cromático con colores primarios, secundarios y terciarios.

Colores primarios

Los colores primarios (o colores base) son la piedra angular del mundo del color. Hay tres colores primarios: rojo, azul y amarillo. La combinación de estos colores en distintas proporciones da lugar a los colores secundarios.

Todos los colores que conocemos hoy en día se derivan de los colores primarios, ya que constituyen la base para formar colores secundarios y terciarios. Los colores primarios ocupan el lugar central en el círculo cromático.

Colores secundarios

Los colores secundarios son derivados de los colores primarios. Un color secundario se forma al combinar dos colores primarios en proporciones definidas. En el círculo cromático, hay tres colores secundarios, surgidos precisamente de esta mezcla.

Los colores secundarios (derivados de los primarios) en el círculo cromático son el naranja, el violeta y el verde. Estos colores sirven como base para la creación de los colores terciarios, los cuales se utilizan ampliamente en la elaboración de combinaciones cromáticas.

Esquema para la obtención de colores secundarios y terciarios.

Colores terciarios

Los colores terciarios surgen al combinar un color primario con uno secundario. Existen seis en total: rojo-naranja, amarillo-naranja, amarillo-verde, azul-verde, azul-violeta y rojo-violeta.

Estos colores completan la rueda cromática y amplían enormemente las posibilidades de combinaciones en cualquier diseño visual.

Principales reglas de combinación de colores

Cada metodología de combinación de colores posee su propio conjunto de reglas que deben aplicarse para lograr el efecto cromático y psicológico deseado en el espectador. A continuación, se presentan los tipos más comunes.

Combinación de colores análogos

La paleta de colores análogos es una de las más utilizadas, ya que abarca colores primarios, secundarios y terciarios. La regla para aplicar este esquema es muy sencilla: basta con seleccionar tres colores adyacentes en el círculo cromático.

Este tipo de combinación emplea tres colores que se sitúan uno junto al otro en el círculo cromático. Por ejemplo, se puede utilizar una combinación entre un color primario, uno secundario y uno terciario.

Los esquemas análogos son visualmente agradables, suaves y armónicos, ya que los colores comparten una base común.

Esquema de combinación de colores análogos en el círculo cromático.

Combinación de colores complementarios

El esquema de colores complementarios se basa en el concepto de contraste. Su regla es sencilla: elegir dos colores opuestos en el círculo cromático para crear una combinación complementaria.

Este tipo de esquema capta mucha atención precisamente por el contraste que genera. Sin embargo, debe utilizarse con cuidado y precisión, ya que un mal uso puede desequilibrar el diseño gráfico.

Lo ideal es lograr un equilibrio al seleccionar colores opuestos en el círculo cromático. Uno de los colores debe tener una saturación más dominante, mientras que el otro debe mantenerse más suave o tenue.

Un esquema de color complementario generalmente se compone de dos colores. No obstante, se pueden aplicar diferentes niveles de saturación y matices para enriquecer la atmósfera cromática de la composición.

Esquema de combinación de colores complementarios en el círculo cromático.

Combinación triádica

El esquema de color triádico también sigue reglas simples a la hora de crear combinaciones. La regla indica que se deben seleccionar tres colores que estén equidistantes entre sí en el círculo cromático. Si deseas añadir color a una fotografía en blanco y negro, es fundamental utilizar un software de colorización de alta calidad.

Al seleccionar tres colores equidistantes, notarás que forman un triángulo en el círculo cromático. Por eso a esta combinación se le llama esquema de color triádico.

Esquema de combinación de colores triádicos en el círculo cromático.

La regla de la saturación

La saturación se refiere al nivel de intensidad o pureza de un color. Un color altamente saturado es brillante e intenso, mientras que un color con baja saturación se percibe más apagado, con un matiz grisáceo.

Los colores con niveles de saturación similares resultan más cómodos para el ojo humano. Por eso, los diseñadores evitan mezclar tonos pastel con colores neón intensos, ya que esta mezcla puede parecer discordante.

No obstante, si se busca un estilo audaz, se puede aplicar una nota de color intensa como acento. Este recurso es habitual en el arte visual: un elemento vibrante sobre un fondo moderado puede destacar la composición general. Eso sí, es fundamental no abusar del color acentuado, pues su fuerza radica en su sutileza.

La regla 60-30-10

Esta regla clásica del diseño gráfico se utiliza para estructurar combinaciones de color equilibradas. Consiste en aplicar:

  • 60 % del espacio visual a un color dominante (suele ser neutro o suave),
  • 30 % a un color secundario que complementa al principal,
  • 10 % a un color de acento, que sirva como punto focal.

Esta fórmula crea un balance visual efectivo, ya sea en diseño editorial, branding, interiorismo o ilustración.

Ilustración de la regla 60-30-10.

Sombras, matices y tonos

Una sombra (shade) es el resultado de mezclar un color puro con negro. Esto oscurece el color y le añade profundidad.

Un matiz (tint) se obtiene al mezclar un color puro con blanco, lo que aclara el color y lo suaviza.

Un tono (tone) se produce al añadir gris (una combinación de blanco y negro) a un color puro. El resultado es una versión menos vibrante, más sobria y equilibrada.

Estas variantes permiten a los diseñadores jugar con la luz, la profundidad y la atmósfera en cualquier composición visual.

Tonos, matices y sombras representados en color.

Conclusión

Crear una combinación de colores impactante es todo un arte, pero no es necesario ser artista para dominarlo. Si comprendes el círculo cromático y las principales reglas de combinación, estarás en condiciones de desarrollar tus propias paletas personalizadas con confianza.

Además del círculo cromático, conviene tener en cuenta factores como la saturación, los tonos, los matices y las sombras. Estos elementos pueden enriquecer enormemente la estética y el equilibrio de tu diseño.

Diseño del artículo: Olha Voronova
Ilustración de la regla 60-30-10: Max Lazor
Revisión realizada en enero de 2025

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